El género Crassula consta de cientos de especies y cultivares de jardín. La mayoría de las variedades que vemos dando vueltas alrededor de los viveros son endémicas de la región del Cabo Oriental de Sudáfrica.
Van desde pequeñas plantas enanas que apenas superan una pulgada de altura, como Crassula susannae, hasta arbustos más grandes, como la conocida planta de Jade Crassula ovata.



Flores
Las plantas de Crassula producen flores que van del blanco al rosa y al rojo. Algunas inflorescencias no son muy notables o apenas se notan, como una cadena con una cadena, Crassula muscosa.
Otros, como Crassula coccinea y Crassula falcata, producen hermosos racimos florales de color rojo y rosa. Los plazos de floración son muy variables.
Algunos, como un hermoso híbrido, “Morgan’s Beauty” florecen en primavera. Otras, como la clásica planta de jade, producen sus flores en invierno, mientras que otras florecen en verano y otoño.
Cuidado
Las crasulas son generalmente fáciles de cuidar porque se establecen en el clima y la exposición adecuados.
El pleno sol en las zonas costeras permite un bonito enrojecimiento de los bordes de las hojas de la planta.
En las zonas más cálidas del interior, un poco de sombra por la tarde evitará que se sequen con el calor.
La mayoría de ellos son tolerantes a temperaturas de hasta -1º Celsius. Los daños pueden ocurrir cuando la temperatura desciende por debajo del punto de congelación, especialmente durante un tiempo prolongado.
La plaga más peligrosa de Crassula son los gusanos. Una pequeña infestación se puede suprimir con alcohol diluido. Si la infestación aumenta, generalmente es mejor destruir la planta.
Crassula radicans ssp. Pubescens
Crassula ‘Primavera’
Crassula ‘Fogata’